La emoción que siento al ver el amor en estado puro y el poder revivir esos sentimientos cada vez que veo las fotografías, es lo que me ha llevado a ser fotógrafa de bodas, o dicho de otra manera, a tener el mejor "trabajo" del mundo: contar historias únicas con alma.
Hay una frase que dijo un famoso fotógrafo francés que define muy bien cómo siento la fotografía (...) y así me sucede cada vez que me sumerjo en vuestro mundo para contar vuestra historia desde dentro.
Quiero que me conozcáis para poder conoceros, porque la confianza y la conexión es tan importante como las fotografías, y la base de mi trabajo empieza con eso.